Que hermoso es saber que un día por la proclamación del Evangelio llegó a nuestra vida esa verdadera libertad
“Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.” Juan 8:32
Los seres humanos nacemos vendidos al pecado, encadenados y atados a esa naturaleza caída en que nos dejó Adán. El mundo proclama y exige libertad siempre. Sin embargo, esa liberación nunca llegará, al contrario, es engañosa y extravía aún más al hombre perdido.
Que hermoso es saber que un día por la proclamación del Evangelio llegó a nuestra vida esa verdadera libertad, fueron rotas las cadenas y fuimos liberados de la cárcel. Esa es la realidad de muchos hombres, donde sólo Dios pudo provocar una libertad total y eterna.
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Como Iglesia Unida Metodista Pentecostal somos testigos de aquello y hoy venimos a honrar a nuestro pastor presbítero Ramón Eduardo López Arancibia, quien a los 19 años estando recluido conoce a su Salvador Jesucristo el año 1970. A los seis años de su conversión es ungido como pastor en la localidad de La Cruz, para luego ser enviado a pastorear, por orden de nuestro Obispo fundador Carlos San Martín Pulgar, a un grupo de hermanos a Con-Con en 1978. En ese transcurrir, trabajando con humildad, sencillez, fidelidad, en fe y constantemente, Dios le da siete hijos, Claudia, Analía, Eduardo, Samuel, Joselyn, David y Carla y una familia numerosa, que hoy consta de 17 nietos y una bisnieta. Dios seguía respaldando su ministerio, al desarrollar diferentes actividades espirituales, cumpliendo cargos como pastor diácono y presbítero. Llegando a ser supervisor de la zona norte y la quinta región.
Ha sido llamado a plena libertad un gran varón de Dios que, con sencillez, firmeza, amor y un corazón tremendamente bondadoso cumplió aquí su gran tarea.
Nuestro Obispo Juan Ormeño Lagos, junto a su directorio, representando al Cuerpo de pastores y pastoras, a nombre de nuestra Diaconisa Alicia Parada Acuña y todos lo Cuerpos de la Iglesia Unida, vienen a expresar las más sinceras condolencias a nuestra pastora Guillermina Navarro Vargas y toda su descendencia, sabiendo que El enjugará toda lágrima, asegurados en Su Palabra, tendremos paz por Dios para seguir adelante y verle cara a cara. Dios guarde a la amada iglesia de Con-Con, la llene de virtud y fe para preservación de vida.
OBISPO JUAN ORMEÑO LAGOS Y SU DIRECTORIO